OdI 30: ¿Hasta luego?

Ya pasé del mes llevando éste blog de una manera decente, es decir, posteando con frecuencia y leyendo los comentarios que dejan. Pensaba terminarlo hoy, y ahora que escribo ésto tengo mis dudas.

No planeaba un fin definitivo, sino simplemente publicar con menos frecuencia. Sospecho que no lo mantendría igual, pero tampoco me late publicar cualquier cosa que se me ocurra -aunque ya lo halla hecho-.

La última colección de posts ha reseñado parte del rompecabezas con el que he jugado ultimamente... aún está inacabado, pero al menos ya se identifican las figuras. La imagen tiene ya la textura visual de una película muda, con el tiempo espero que alcance HD y tenga sonido.

Hace mucho leí una frase que me encanta: "En los sueños comienzan las responsabilidades", me golpeó la primera vez... aparentemente quitaba su libertad inherente al soñar, pero luego comprendí que no tenía caso pasar la vida sólo soñando. Ese ha sido el eje de Odisea de Ingredientes.

Quizá valga la pena empezar a experimentar con esos ingredientes y obtener algunas recetas.

OdI 29: Ser

Tengo ganas de escribir y sin embargo no encuentro un punto concreto sobre el cual centrarme, por ello hago como Forrester y empiezo a escribir, simplemente teclar sin ponerle cabeza al asunto.

¿Será éste un día mareante? Más que los últimos meses, no tengo idea. A veces siento que el barril ya cayó por la catarata, se deja de percibir donde está abajo, falla la gravedad. Hace algunos cientos de años esta podría ser la catarata del fin del mundo, por lo que puede que nunca termine de caer.

Algo debo haber hecho bien, pues dentro del caos, me siento tranquilo, en paz... quizá zen. Me gustan las filosofías orientales, aunque sólo conozca las versiones occidentales, es decir, las que ya no tienen sacarosa y están listas para el consumo masivo.

Quisiera ser un sufí que canta enigmas que despiertan leones interiores, pero basicamente creo que sólo soy un loco más en éste planeta, declamando en la red y platicando con Muerte.

Como sea, afortunadamente, soy.

OdI 28: El camino

En "El Hobbit" alguien advertía que había que tener mucho cuidado con las puertas, pues nunca sabes a donde pueden llevarte... mas allá de cada portal hay un camino cuyo fín no se distingue.

La vida es precisamente ése camino, basta un paso para meterte en él y ya no puedes salirte, no importa que vayas a campo traviesa, ésa es sólo otra ruta.

Viajar implica aventuras, aunque no nos movamos de donde estemos, vivir ya es viajar. Se pueden visitar decenas de ciudades, o el bar de costumbre, pero al igual que el arroyo de la metáfora, nunca estas dos veces en el mismo sitio.

Una vez en el camino sólo queda aprender y disfrutar. Habrá días varados en el limbo de la sala de espera de un aeropuerto, otros donde miremos la lluvia a través del vaho de nuestro aliento, platicando con el troll del puente, de cuando en cuando nos desparraremos en una hamaca en la oficina.

Vamos tan lejos como nuestra mente lo permite y disfrutamos o aprendemos tanto como estemos dispuestos. La realidad es de cada uno, y cada uno es libre de distorcionarla como quiera.

Habrá dragones, orcos y tráilers en el camino; encontrarás miedos, llantos y hadas... todo mezclado con noches de sol, ademas de una que otra sonrisa.

¿Descansar? El camino no acaba.

OdI 27: Inocente

Hay veces que la inocencia y la estupidez se confunden, sobre todo cuando la inocencia se combina con el despiste. En ése sentido soy un caso ejemplar.

Podría decir que con los años he perdido esas cualidades, pero me he dado cuenta de que no... solo están por ahi agazapadas esperando su oportunidad. Me di cuenta el otro día que me estafaron fuera de casa, una mujer que se hizo pasar por una vecina y que había tenido un accidente. No me dí cuenta ni cuando, tras darme un nombre, me despedí dando el mío y ella respondio "Mucho gusto, Fulanita de tal"... que era otro nombre.

Bueno, ya que... si sufri el resto de la quincena, pero lo hecho hecho está. Fuera de la lana de esta vez, a lo largo de mi vida creo que no ha pasado de que me perdiera de un faje, quizá sexo ocasional, o la posibilidad de tener novia unas cuantas veces. (Si, a ése grado de despiste llego).

No me molesta ser así, de hecho en muchas otras circunstancia me ha resultado de utilidad, y aunque no soy confiado, eso de ir sospechando de toda la gente no se me da. Si creo que a cada nueva persona primero se le da la oportunidad de ser, ya uno evalua si quiere seguir tratando a cada uno.

En ése caso la inocencia entra en que es más sencillo aceptar a alguien, claro siempre que no sea demasiado grotesco en su personalidad. ¿Donde queda la estupidez? Aislada hasta que resulta que tropiezas con lo mismo y azotas igual.

OdI 26: El café

Sospecho que mi café trata de envenenarme. No es algo que se me ocurriera a la ligera, pero tampoco lo he visto afilando un cuchillo.

A simple vista se ve como un café negro cualquiera, soluble -por supuesto- pues lo bebo en el trabajo, con un aroma regular y algo cargado como tantos otros que he bebido en mi vida.

Me siento traicionado, especifico, pues durante mucho tiempo el café ha sido mi aliado... me ayudó durante las largas madrugadas de tareas en la carrera o a mantenerme relativamente despierto en clases o trabajo. Me acompañó en cientos de reuniones con amigos, escuchó tantas cosas que se agradece que no tenga boca.

Hasta lo he emborrachado con frecuencia, dándole un chorrito de tequila, brandy o cognac... a veces para que me ayude a emborracharme, o para evitar que alguien me quite lo borracho.

Y hoy, finalmente... me quiere envenenar.

Apenas me di cuenta hace rato. Las últimas semanas me sentía extraño, con hormigueo en la piel y un cierto entumecimiento aleatorio en distintas partes del cuerpo... lo atribuí al tabaco y le bajé al consumo. La última semana la pase en casa y no bebía café... sintiendome bien cada día. Ayer volví al trabajo y me sentí extraño de nuevo... entonces ví con sospechas a mi café matutino.

La prueba la estoy viviendo ahora. Estaba bien, hasta haber empezado el café... ya no, por tanto, he caído de su gracia por alguna razón que aún no deduzco. Es triste.

Otra opción es que no he lavado el termo en que lo bebo desde hace algunos meses... mañana veremos.

OdI 25: El lector

He leído mucho en las últimas semanas, revisitando algunos viejos amigos, como Gaiman, Rowland, Marshall Smith y Heinlein. Anoche veía, un poco en el mood literario, "Finding Forrester" (Gus Van Sant, creo), también relacionada con leer y escribir.

Los libros son para mí puertas a otros mundos, las abrí cuando tenía cuatro años y no he parado. Como en "Puerta al verano", me brindan un escape a un clima cálido cuando neva en casa.

También me dieron héroes y figuras a seguir. La estoicidad de Sandokán, el delirio e idealismo de Cyrano, la mentalidad deductiva de Holmes... y eso sin entrar aún en el siglo XX, o apenas bordeándolo. De hecho se extrañan esos personajes de antaño, pues aunque los reinterpreten, sus versiones modernas se diluyen en canderel.

He vivido en libros y para ellos. Incluso uno de los mejores consejos que he recibido en mi vida fué relacionado: "¿Por que no dejas de vivir a través de los libros y vives?", me dijo Horacio, durante una fiesta en una noche lluviosa. Buen consejo, viví, pero mi biblioteca me ha seguido a todos lados.

Más o menos en estas fechas se cumple el plazo en que he vivido la mitad de mi vida a través de los libros, la otra mitad influenciado por ellos. Las "Fafaventuras", como dicen algunos amigos.

Hay un balance, bien que mal... eso me gusta.

Pie de Foto: Ilustración de "The Graveyard Book", de Gaiman.

OdI 24: Zacapu

Hace 26 horas estaba conflictuado frente a ésta misma pantalla. Malabareando con algunos amigos y conmigo mismo. En juego estaba nuestra integridad.

Hace un par de horas decía a un amigo, "se siente bien tener la conciencia tranquila".

Desde enero pasado un buen amigo nos invitó a su tierra, Zacapu, Michoacán, a celebrar su cumpleaños con una jugada de gotcha. Las últimas semanas solo hablaba de los planes y parecía que unos 30 jugadores tapatíos asistiríamos,

Ayer por la tarde estabamos 2 en pie, sin dinero suficiente y con cargo de conciencia... cuando ya le decíamos al cumpleañero que no iriamos, todo a través de messenger, se empezaron a abrir ventanas, literalmente. Juntamos 6 jugadores y el presupuesto ya era suficiente.

Fue un gran día, aunque cansado. Como jugador apesté, pero me sentí bien cumpliendo como amigo y en las promesas dadas. Ambos aspectos son parte de mi integridad y me da por respetarla.

Cansado, desmañanado, moreteado... y feliz.

Pie de foto: Yo, Ulises (festejado), unos amigos suyos de Zacapu, Matadorcito, Xztaz y Berna.

OdI 23: Crear

Ayer, luego de mucho tiempo me puse a dibujar por placer y sin compromiso. Quería usar tinta china, pero la que guardaba estaba tan vieja que ya era gris y no negra, por ello me puse a bocetar simplemente... pero lo disfrute mucho, espero seguir al rato.

Antes de eso fui al supermercado por cervezas, quería marinar la carne y echar un par de tragos mientras dibujaba.

En la tienda me encontré a una amiga de hace muchos años, nos acompañamos en las comprar y le ayude a cargar lo suyo hasta su depa, donde me presentó un hijo ya cerca de mi tamaño.

Cada que me decía quédate otro rato, le decía que ya me iba a dibujar, me respondía que qué "ñoño" y me reí de su comentario. Le intenté explicar que el sólo saber que dibujaría libremente me emocionaba y quize describir la experiencia que el sentarme a crear mundo de tinta y papel suponía para mí... pero no captaba simplemente.

Me fuí a casa, a dibujar. Fue un buen día, salvo el asunto de la tinta. hasta cuando interrumpí para ver un programa de tv, resulto que no había cable por una tormenta que pasó.

Como siempre me quedé con sed de más... al rato ire a comprar tinta.

Por cierto... todas las explicaciones se resumen en que creando soy libre.

OdI: Soundtrack 2

"Mother Africa", de Hans Zimmer... la conocí justo antes de darme cuenta de uno de mis grandes "osos" profesionales.

Agarré una película empezada en la televisión que me agrado bastante, no la mejor cinta pero de buen sabor. Me gustó mucho la música sobre todo... me opuse a averiguar que pelicula era... y me quedé helado: "The power of One".

Dias antes había escrito, irresponsablemente, lo reconozco, acerca de ella, tirandole como que era una especie de "Rocky" sudafricano con ínfulas. No habia visto la película y apenas tuve una que otra referencia de ella.

El problema es que estaba en la época de ego crítico, etapa por la que pasa cualquiera que se especializa en un área de conocimiento. No duró mucho.

Ese hecho me tronó el globo del ego... que seguramente tenía algún gas flamable dentro pues quemó y me dejó una cicatriz que me recuerda ser humilde y callar si desconozco el tema.... en cualquier área, aunque a veces cuesta trabajo.

Esta rola me sigue fascinando.

OdI 22: Ocio

Justo ahora no tengo nada que hacer. Tomé vacaciones y basicamente sólo tendría que ir a hacer despensa... aunque comprar tinta china no estaría mal. Nunca esta mal eso.

Pienso en escribir y dibujar y ver algunas películas viejas. Es decir, lo de siempre en vacaciones caseras, que usualmente se trastocan y no hago ni la mitad de lo que pensaba.

Quizá ésta ocasión marque una diferencia, después de todo tengo cosas que exorcizar dentro mío y un par de sorpresas pendientes.

Ese suele ser mi ocio, pero incluso brindármelo suele costarme trabajo, no se me da mimarme y estoy demasiado arisco para aceptar mimos ajenos.

Mejor salgo a caminar, con algo de suerte encuentro el limbo de las cosas perdidas.

PD. Sigo peleandome con las ganas de fumar y la desintoxicación.

OdI 21: Crash Test Dummie

Hace casi exactamente un año estaba en un bosque michoacano atacando a un policía. Este me retorcía de formas diversas, me lanzaba por el aire y demostraba muy distintas maneras de defenderse de un asaltante a un par de chicas. Yo era el crash test dummie.

Creo que durante mucho tiempo he tenido vocación por eso de probar que pasa en situaciones inusuales y normalmente consideradas peligrosas. No soy fan del programa Jackass, ni similares, pero de niño ya saltaba de techos de unos 3 o 4 metros de altura sólo jugando con los amigos.

También en un afán experimental me puse mi primer borrachera, haciendo el paro a Tico... que un rato más tarde quería matar a los malos de la tele con la escopeta de su papá; sí, cargada. Por ese entonces... hace unos 25 años mas o menos, probé mis primeros cigarros también, aunque no lo tomé como algo habitual.

Hay más anécdotas de burradas, lo malo es que mis amigos se acuerdan de más. Mentársela a un judicial borracho, en su propio bar, cuando te tiene encañonado; Saltar de un balcón a otro en un hotel... a unos ocho pisos de altura; Amar... más de una vez.

Bueno, el caso es que empiezo a entender que tengo una cierta manía por la autodestrucción. No es que no me quiera a mi mismo, ni que anhele morir, simplemente veo ése patrón... y precisamente por romperlo es que sigo de necio a no fumar. Llevo pocas horas, espero no ponerme peligroso para nadie.

PD. Animo Heike, tienes razón con éso del apoyo moral... ahora ponte extreme y quitate el parche, jejejejejeje.

OdI 20: El Chacuaco

Tengo ya 20 años fumando... al menos como fumador habitual. La primera ocasión que encendí un cigarro fue cuando encontré los Raleigh de mi tío Eduardo en el coche de mi abuela, ése día conducido por mi hermana. Creo que a sus 13 años estaba demasiado preocupada por no chocar como para ver lo que hacía su hermanito. De ahí en más sólo hubo esporádicos cigarros de "soy maloso" hasta que llegué a los 18.

Antes de eso era un chico sano y deportista... pero realmente no tenía vocación por el deporte. Lo curioso es que fuera adicto al tabaco antes de fumar. Cuando me sentía estresado me venía la necesidad de fumar, pero yo mismo me decía "tu no fumas, ¿Como puede pasarte esto?" Ni idea de si fuí víctima de alguna espectacular publicidad subliminal.

Me sigue gustando fumar. Enciendo un cigarro cuando escucho una buena rola o disfruto de un gran libro. También cuando dibujo, aunque esos terminan consumiéndose solos.

Pero hay veces que me doy cuenta que ya me afecta con respiración corta o tosecillas. Así pués, toca encontrar un equilibrio, no privarme de fumar, si no aprender a apreciar el vicio de nuevo. No fumar por fumar, sino seleccionar esos cigarros que se disfrutan... los de rolas y libros, mientras descarto esos de relleno que se prenden en automático.

Así pues, la meta será ser un chacuaco sibarita.

OdI 19: Esperanza

Cliché: Dicen que muere al último... si es que la tenías en un principio. No es tan sencillo tener esperanza, a pesar de que la estadística asegura que siempre hay posibilidades, puesto que a veces nosotros mismos la matamos.

A veces me da por ir a explorar el futuro, especulando con lo que conozco del presente. No es difícil, siempre que mantengas la objetividad y no des las cosas por hechas.

Seguir las pautas de esos mundos posibles ayuda a elegir en el presente, particularmente cuando se esta en una situación difícil. Es como en el ajedrez, hay que ver unas cuantas jugadas adelante.

Y la esperanza, esa sigue revoloteando por ahí.

OdI 18: El Miedo

Tras dar lectura al texto, recibí las críticas de mis pares. Los religiosos estaban escandalizados, algunos guardaron silencio y el profesor me advirtió, horas después, cuando celebrábamos en un bar el final del curso, que cuidara mi sanidad mental.

No recuerdo que tanto escribí en ése ensayo, por ahi lo tengo todavía, se titulaba "Fé, amor y miedo".

Un tiempo más tarde bebía vino tinto tras bambalinas, lo usaba como un amuleto para espantar el pánico antes de subir a dar un espectáculo. Un buen amigo se dio cuenta y me dijo "¿Desde cuando te preocupa hacer el ridículo?"... no las más inspiradas palabras de aliento, pero tenía razón. Ese sigue siendo uno de mis miedos.

Tengo más miedos almacenados y los padezco de cuando en cuando, para que no se oxiden. Los detonantes son diversos, pero siempre tengo la convicción de levantarme. Aprendí por la mala, como todos, que es peor dejarse paralizar.

El miedo es nitrógeno líquido que nos congela por dentro. Nos va quitando la vida poco a poco, no nos mata, pero nos deja tirados temerosos de movernos... como los jerbos inmóviles ante una serpiente al acecho.

La Fé -no en sentido religioso, la mera convicción-, rompe el miedo y nos permite saltar al abismo... para sortear lo que sea, para probarnos.

La caída y el golpe final nos muestran lo que somos... y a partir de ése conocimiento interno, ése aprecio, podemos ir hacia fuera... y amar.

Entonces el miedo vuelve a su caja de cuerda, como un siniestro polichinela... esperando a saltar de nuevo, cuando más nos convenga.

OdI: Segundo Interludio

Una hormiga trepa por el goteo de un grifo descompuesto, un molino se tambalea borracho en el fondo del mar, algodón sucio de tormenta emborrona el cielo y un par de tragos que compartir.

Divago, olvido los colores que no comprendo, pienso en grises bits. De suspiros, dudas, hubieras y frases incompletas pinté los arbustos de un laberinto, lo puse en Chartres, me sentí místico y me reí de mi mismo.

Ahora el pensamiento es oscuro, entre el ruido de fondo, en el bolsillo llevo una sonrisa para iluminar el camino, hoy no la usaré. Me muevo, avanzo, recorro la pecera ignorando desde hace cuanto.

Cualquier destello me encandila, así que tejo una hamaca de oscuridad y me quedo a la sombra. Unas cuantas palabras por compañía, unos pocos sueños en criogenia y la paciencia de una hormiga que brinca de gota en gota, esperando alcanzar el grifo.

Mientras, apago fuegos con letras.

Me gusta el surrealismo: Si no se entiende, es por que no me entiendo... y por que me gustan las extravagancias.

OdI 17: El brujo

Hace rato me echaron porras por estos escritos, también por una expresión rebuscada de mi ser que publiqué en línea. Me alegra, pues son señales de que voy recuperando aspectos empolvados del fondo de la bodega.

De niño veía cosas raras, que noté que otros no veían. Aún jóven empece a estudiar el tema con un ángulo "científico", luego le llamé magia y en tal me fui ampliando... vivía cosas aún más raras.

Sigo percibiendo cosas que los demás no. A veces es sólo una flor que vence una banqueta de concreto, o el pájaro que anida en el tenis colgado de un cable de luz, puede ser el brillo de tristeza tras una sonrisa forzada... con un par de chelas encima puede ser el espíritu en la habitación de al lado.

Vinculo el arte a la magia, y la magia a la vida, a la cotidianeidad y los sentimientos. Si dibujo o escribo es acerca de todo eso.

Salgo de la carretera y camino a campo traviesa, recorro ciudades renacentistas, góticas, humanistas y paseo por campos de batalla. Si puedo suelto chistes o bromas, aqui y allá. Enciendo un cigarrillo y camino otra vez.

Soy inconforme, lo seguiré siendo, pues estoy conforme con quien construyo, a cada momento.

"What do you want? Peace for my soul, What do you need? A bigger gun." Life, tv show.

OdI 16: Al día siguiente

Letras, letras, letras, desfilan al borde del renglón sin mucho sentido.

Hoy es apenas un día de sobrevivencia. Mis sentidos están adormecidos, yo estoy adormecido tras pasar la noche charlando con los amigos.

Fue una buena charla, a ratos vana, a ratos densa... hubo un momento particular en que los cuatro gatos presentes -de los que hablamos español- conversábamos al mismo tiempo de la práctica del bondage y de los múltiples errores ortográficos, gramáticos, periodísticos y de programación de "El Universal Online".

Sí, era ése tipo de charlas y no, aún no estábamos borrachos.

Ese intercambio denso y extenso de ideas me recuerda los castillos de la ferias de pueblo. Empiezan poco a poco, con unos cuantos chorros de chispas que crean expectativa, y se van encadenando las mechas encendiendo nuevos cohetes, estallando en remolinos de colores, creando una sinfonía visual que culmina con el vuelo de la corona.

Luego viene la oscuridad del día siguiente donde recuerdas que hablaste de un montón de cosas interesantes, de las cuales queda sólo la vaga idea de que hablaste de un montón de cosas interesantes.

Y a fin de cuentas, tras temas, charlas, divagancias y conclusiones, la impresión que queda la llevo más en el corazón que en la mente, pues lo que sé es que pasé un excelente rato con los amigos.

OdI 15: Circuítos

Hace unas horas completé mi último circuíto alrededor de Sol... son ya 38... una incierta distancia. A fin de cuentas cada año vuelvo, bien que mal, por estos lares en el sistema solar.

Dicen que quienes se pierden dan vueltas en círculos, nunca he acabado de comprender eso, si siempre dan vuelta hacia el mismo lado o si simplemente todos los paisajes les parecen los mismos. Pero a fin de cuentas, todos estamos trepados en un planeta que sólo da vueltas sobre sí mismo, quizá no sea tan malo eso.

La vida misma sería una serie de rizos, no volvemos exactamente al mismo sitio, pero cada tanto encontramos situaciones parecidas. Una de esas montañas rusas en las que vas de cabeza una y otra vez, unos lo disfrutan, mientras otros se aterran y unos más van dejando el desayuno en el camino.

También se habla de "cerrar círculos", para poder dejar el pasado atrás... que se vaya botando como aro de hula hula en la cuesta de la vida... supongo.

Siento que tengo algo inteligente que decir en la punta de la lengua... pero se queda ahí escondido el cobarde y nadie me acompaña como para que lo vea y me ayude a sacarlo.

Hoy cerré un circuito y empecé otro... Necesito cerrar más inviernos antes de ver una primavera.

OdI: 14: Perspectivas

Hoy me siento pequeño, o quizá todo creció mientras dormía, bueno, esto no es novedad. Ocasionalmente mi tamaño cambia, unas veces me siento alto, grande, otras veces normal y algunas otras pequeño.

Por mera lógica supongo que es cuestión de perspectiva emocional, sin embargo me resulta curioso que percibo las cosas de diferente tamaño cuando ésto me ocurre. La gente es más alta, el pasillo que lleva a la oficina se amplió... todas las distancias parecen enormes y hasta el tiempo simula no transcurrir.

Será que hoy amanecí algo triste, tras una noche de sueños extraños que no recuerdo bien ya... pero que me dejaron un tueste melancólico en la piel. Aunque descansé, aun siento pesadez en los ojos y hace horas que me levanté.

También me siento ermitaño, pero ése es un camino alterno.

Evidentemente prefiero los días en que me siento grande, incluso esa mayoría en que tengo tamaño normal me dejan bastante contento. En esas ocasiones todo parece simple, sencillo y nada es pesado; hasta saludo y sonrío en esos días.

Este día será lento, como gigante, más vale que me acomode bien en una rama sombreada, para verlo pasar.

OdI 13: El caminante

Las brújulas son invento maravilloso, te indican dónde esta el norte, a partir de lo cual deduces la dirección de tu destino. Fué clave para los navegantes, que así sabían que vientos tomar y que corrientes marítimas aprovechar.

Orientarme es algo que se me da fácil. Tanto físicamente como interiormente.

Hace tiempo un amigo me decía que yo lo desesperaba, pues nos fijábamos un destino común y él -explicó, trazando líneas con la cerveza derramada-, decía "voy de A a B, por tanto sigo ésta línea que es la más corta. Pero mientras la recorro te veo zigzagear a lo largo del recorrido hasta perderte de vista. Llego al destino señalado, enojado por que te quedaste atrás y resulta que estas ahí esperándome.

Para ir a algún lado hay que saber a dónde deseas ir antes de emprender el camino, al menos tener una intuición. Antes que éso, incluso, hay que saber dónde está uno.

Hay ratos en que sabes donde estás, flotando en la paz de la calma. Esa calma marítima donde no hay viento o corrientes que te permitan tomar un rumbo, el que sea. Además, tampoco sabes donde está ése punto de calma, quedas flotando a la deriva en la ignorancia.

Es una situación apacible, pero si se extiende mas allá de lo que tus provisiones permiten... te mata.

Menos mal que yo no navego, sólo sigo caminando.

OdI 12: Rituales

Entendí la función del ritual gracias a un libro de parapsicología. En él explicaban parte de los fenómenos "mágicos", en términos "científicos", como resultado de un agudo enfoque de la mente alcanzado por medio de rituales, ya fuera un santo que levitaba tras horas de rezar, o un brujo vudú curando una enfermedad al ser cabalgado por un loa.

Hoy día creo que todos los rituales son mágicos, pero no necesariamente esotéricos.

Cuando cocino o pinto primero limpio y ordeno mi área de trabajo, me puede llevar una hora o más arreglar todo, asegurarme que tengo lo necesario, antes de empezar. Pero ése proceso me ayuda a ir enfocandome en lo que haré. Creo que pinto mejor de lo que cocino, aunque cocine con más frecuencia.

A veces el proceso comienza mucho antes, mentalizándome, visualizando lo que deseo. Son rituales que pueden durar semanas o meses antes de realmente empezar a actuar. Disfruto cada momento mientras trazo el mapa mental que me lleva a tener algo de mi interior delante de mio... fisicamente.

Otros rituales son más vanos, pero placenteros. No descargo de internet libros, música o películas -que atesoro- pues es privarme del placer de la búsqueda. Una tarde de ocio puedo visitar una tienda y recorrer todo su catálogo, tomando notas de contenido y precio, para horas después definir que deseo llevarme entre las opciones que tengo. Hacer click y tenerlo no me llena, carece de ritual.

Creo que aplico rituales en cada aspecto de mi vida, quizá ello me ha dado la calidad de vida que disfruto, o disfrutar la vida que me doy.

OdI 11: Mirar atrás

Leer un par de blogs me hizo pensar en el pasado. Más que en el pasado en las raíces, los padres, ancestros, antepasados. Hace rato le decía a una amiga que es vernos mas allá de nuestro nacimiento cuando miramos atrás... o algo así. Sonó mejor la primera vez que lo escribí.

"Si le preguntas a una mula, responderá que es hija de un caballo". No recuerdo donde lo leí, pero entiendo la frase y sé lo fácil que es caer en ella. Me tomó tiempo apreciar mis raíces, sobre todo por que la primera ocasión que escribí acerca de ellas, me expuse como hijo de la generación espontánea -aburrida historia-.

El lado materno de la familia es dominado por la cultura vasca, el paterno por la mexicana. Pero más que las culturas, me marcó el carácter de cada familia. Por un lado la liviandad del ser, por el otro la responsabilidad; la liviandad se combinaba con carácter duro y la responsabilidad con bohemia.

Mis cuentos para dormir variaban entre anécdotas de las peculiares vagancias de mis tíos -con frecuencia extremas- y relatos de traumatizantes vidas de santos. Hoy día soy más vago que santo, lo que habla mucho de la sicología del mensaje. Digamos que crecí entre contrastes.

Entrar en detalles llevaría a un blog aparte. En resumen, adoro mis raíces, con todo lo bueno y malo que incluyen; donde tanto "bueno", como "malo", son adjetivos intercambiables para cada anécdota.

Pie de foto: La máquina del tiempo de H.G. Wells (1959).

OdI: Soundtrack1

Colocar letras de canciones en un blog es un recurso barato, pero ésta ronda mi mente desde hace tiempo.

Me encanta su letra, llena de metáforas e ideas... la agresividad que tiene (escuchándola, obvio) y una cierta melancolía. Con todo, sigue siendo propositiva a mi parecer, con un toque herético.

Refleja, expresa, algo de mí, pero no acabo de definir qué... Cómo sea al escucharla siempre doy un trago a la bebida, enciendo un cigarrillo y me dejo llevar.

Who am I? (Triptena's Song) Lou Reed

Sometimes I wonder who am I
the world seeming to pass me by
A younger man now getting old
I have to wonder what the rest of life will hold

I hold a mirror to my face
there are some lines that I could trace
To memories of loving you
the passion that breaks reason in two

I have to think and stop me now
if reminisces make you frown
One thinks of what one hoped to be
and then faces reality

Sometimes I wonder who am I
who made the trees, who made the sky
Who made the storms, who made heartbreak
I wonder how much life I can take

I know I like to dream a lot
and think of other worlds that are not
I hate that I need air to breathe
I'd like to leave this body and be free

I'd like to float like a mystic child
I'd like to kiss an angel on the brow
I'd love to solve the mysteries of life
by cutting someone's throat or removing their heart

You'd like to see it beat
you'd like to hold your eyes
And though you know I'm dead
you'd like to hold my thighs

If it's wrong to think on this
to hold the dead past in your fist
Why were we given memories
let us lose our minds and be set free

Some-, sometimes I, I wonder who am I
the world seeming to pass me by
A younger man now getting old
I have to wonder what the rest of life will hold

I wonder, I wonder -

- Ooohhh, who started all this
was God in love and gave a kiss
To someone who later betrayed
and Godless love sent us away

To someone who later betrayed
and Godless love sent us away

OiD 10: Mente de doble filo

Siguiendo con el inventario, entre otros cachivaches encontré una mente que parecía en buen estado... al tomarla me corté con ella.

Me gusta ésta mente, aún con los restos de sangre que tiene de cortes anteriores. Me ha sido útil para entrar a través de diversos temas que llamaron mi atención a lo largo del pasado, pero también ha sido la hoja de mi guillotina, de cuando en cuando.

Es como tener por amigo a Hannibal Lecter, no tanto por su genialidad, sino por que sabes que bien puede ayudarte, o usarte de ingrediente para un festín.

No siento pánico de ella, tampoco se trata de eso, es meramente una herramienta. Sólo que como me lleva a conocer nuevos campos, también me encierra en laberintos de suposiciones vanas.

Repitiendome: He aprendido a cuidarme de ella, me puede ayudar a solucionar alguno de los líos con los que me enredo cuando estoy aburrido, pero también suele darme ideas y pensamientos inútiles, tenebrosos callejones sin salida que me envuelven.

Es una mente de doble filo, útil, sencilla, efectiva... pero le gusta la sangre y a ratos tiene predilección por la mía.

OdI 9: El castillo

Había una vez un chavo que tenía miedo de sí mismo. Solía despertarse lo más tarde posible, con la esperanza de que "sí mismo" se hubiera ido ya a trabajar.

Corría hasta desfallecer para ver si en el camino el otro quedaba jadeando, o bebía como desquiciado en la esperanza de que al menos uno tuviera la congestión alcohólica.

Erase una vez un chavo que hizo las paces consigo mismo. Un día, sobreviviendo una resaca, michelada en mano, cigarro en boca, fue incapaz de huir de la voz interior que empezó a hablar.

En un remoto rincón de su mente, muy muy lejano, estaba el castillo del que venía. Un lugar sacudido por los años, que había visto mejores y peores tiempos. Estaba remendado y reparado en casi todas su áreas, pero tenía un estilo definido. Seguía creciendo, ya fuera en techos o jardines.

Un poco más allá del castillo, flotando sobre un lago, estaba una pequeña parcela sombreada por un gran árbol y adornada con una cabaña. Ahí se encontró consigo mismo, como reflejos del lago.

Se vió niño y se vió viejo, se encontró ingenuo y sagaz, loco y cuerdo, bueno y malo... fue capaz de imaginar una lágrima y perdonarse.

Desde un remoto castillo el chavo emprendió el regreso, muy corto ahora, a sabiendas de sí mismo, sin intentar huir de su sombra.

Si vivió mucho, o felizmente, aún no se sabe.