viernes, junio 30, 2006

Si está bien, no lo arregles

¿Tiene caso actualizar una película? Sí, puede hacerse, e incluso con cierto éxito -no faltarán los nostálgicos que insistan en que la original fue mejor, ¿Y que?-. Dos ejemplos caen facilmente a la mano, «King Kong» en su versión de 1933 y la de Peter Jackson y «Estafa a la italiana (The Italian Job)» -aunque usted no lo crea- comparando la cinta de 1969 con la de 2003-

De «King Kong» no hay mucho que decir, pues las diferencias son obvias. Jackson capturó el espíritu de la primera y lo actualizó con un deje medioambientalista que ya se manejaba en los 30, pero que ahora sentimos, literalmente, en carne propia.

Respecto a «The Italian Job», la película de los sesenta fue un chiripazo en su época, algo así como «The Blues Brothers» ingleses, infame cinematográficamente pero divertida. La ... cosa... que protagonizaron Mark Whalberg y Charlize Theron hace tres años fue basicamente lo mismo, sin el carisma original pero bien hecha. Los efectos, la narrativa y las ideas tienen fluidez y dan un producto entretenido sin que tengas que preguntarte por que unos minis bailan vals con autos de policía en una pista de hielo (lo filmaron para la versión sesentera pero lo quitaron de la persecusión final).

Ahora bien, ésta es una entrada bastante larga por que más vale quedarse con la que sea de las películas mencionadas que con «La profecía (The Omen)» del 2006. Si se la topa, ignórela; si insiste, llame a un policía; si no hay alguno a la mano, escúpala entre la «o» y la «f» -o en el 6 central-, patéela sin remordimiento en la entrepierna y huya.