viernes, enero 22, 2010

La palanquita al lado izquierdo del volante

He descuidado mis blogs... de cuando en cuando pienso en excelentes temas para escribir, pero por lo general es cuando no tengo a la mano una computadora u otro medio de escritura.

Cuando me siento frente a la PC, mi mente queda en blanco y todas las grandes ideas corren a esconderse... ni aunque me haga el distraído se asoman las desgraciadas.

Pero bueh... hoy alcancé a poner zancadilla a una de ellas, basicamente por que es un breve detalle de vivencia que ha provocado exabruptos en mi apacible ser: En Guadalajara -esto es una denuncia nacional- no saben para que sirve esa palanquita que los coches tienen a la izquierda del volante.

Manejando a veces uno lo nota, vas tomando velocidad por una avenida y el tipo de delante de repente se frena sin motivo aparente... por que va a dar vuelta sin avisar. O se te cierra para cambiar de carril, indicándotelo con sutilidad al echarte su coche encima. O bien en un semáforo con flecha quedas detrás del que va a dar vuelta, pero como no puso la direccional no lo sabías y quedas "atrapado" hasta que tiene oportunidad de avanzar.

En esos casos usualmente no pasa de que frenes y te genere un cierto malestar que el sólo hecho de haber activado esa lucecita de advertencia te habría ahorrado. Pero cuando circulas en bicicleta, es otra historia.

Ser un ciclista urbano en Guadalajara te da más que buena salud, un cierto ahorro de gasolina y un discreto -espero- aroma a sudor... desarrolla tu sentido arácnido para prevenirte del peligro, o visto de otra manera, telepatía para adivinar que pretende hacer el imbécil que maneja un coche cerca tuyo. Como no usa direccionales, es factible que de vuelta frente a tí, cerrándose y obligándote a una maniobra evasiva o bien a frenar de emergencia, a veces ayudado de su propio vehículo.

Así pues, un mensaje a los conductores tapatíos: esa palanquita al lado izquierdo del volante, la que activa las luces bonitas en las esquinas de su automotor, es una señal de que pretenden dar vuelta a izquierda o derecha, segun el lado que enciendan. Se usa cada que darán vuelta, y por ley -el código de circulación que debieron aprender para sacar su licencia- la deben encender unos 20 o 30 metros antes de donde realizarán la maniobra.

Si aprenden a usarla es factible que se ahorren una lana en los deducibles del seguro, pues tienen menos choques y quizá incluso cárcel, si terminan con un ciclista o motociclista como calcomanía en su coche.

PIE DE FOTO:
Evidentemente yo no me veo así, pero ella se ve mejor que yo.

martes, enero 05, 2010

Calando el agua

Van 5 días del 2010 y casi casi sigo viendo el año desde la ventana de mi casa. Eso tiene sus ventajas, como tener el café fresco y recién hecho al alcance de la mano, además de muchas cobijas y otras comodidades para cuando ya construí mi tipi en el sofá frente a la televisión.

La desventaja es que siento que no he calado aún el año, apenas he medio metido el pie para sentir la temperatura y afortunadamente no es fría... clima aparte.

En cuatro días y las horas que van ya discutí con unos amigos poco dispuestos a ceder el paso al ciclista en las calles, para minutos más tarde hacer las pases y refrendar la amistad -no me gustó que dijeran “Qué bueno que andes en bici Fafahrd, pero los ciclistas deberían ser atropellados”-.

Participé en un torneo de gotcha de beneficencia (entrada más un juguete) donde me recordé cuanto me gusta ese deporte. Los Battlenerds hicimos un buen papel aunque no pasamos de la primera ronda, yo tuve un par de buenos duelos con contrincantes y me pintaron de rosa a bolazos... pero no me sacaron antes que yo sacara a mi rival.

Fui al cine y charle de relajos médicos y del cambio climático, entre otros temas, con amigos y amigas. E incluso fui plantado por mis ex-compañeros de preparatoria, anoche... bueno, al menos tres dijeron que no venían a casa. Lo bueno es que no tenía nada preparado.

Al rato planeo seguir con mis experimentos para lograr un buena sopa de albóndigas picantes, el frío lo amerita.

Sí, estoy de vacaciones todavía, y ahora que lo pienso me doy cuenta que no hace tanta diferencia a cuando trabajo, fuera de los horarios. A fin de cuentas hago lo que me gusta y disfruto lo que hago.

Así pues, éste es un buen inicio de año... y como dice Adolfo cuando ve una chica de bellas piernas, “¿Si así empieza el camino como estará el final?”

Pie de Foto: Keely Watson para la revista Splat Magazine.