OdI 16: Al día siguiente

Letras, letras, letras, desfilan al borde del renglón sin mucho sentido.

Hoy es apenas un día de sobrevivencia. Mis sentidos están adormecidos, yo estoy adormecido tras pasar la noche charlando con los amigos.

Fue una buena charla, a ratos vana, a ratos densa... hubo un momento particular en que los cuatro gatos presentes -de los que hablamos español- conversábamos al mismo tiempo de la práctica del bondage y de los múltiples errores ortográficos, gramáticos, periodísticos y de programación de "El Universal Online".

Sí, era ése tipo de charlas y no, aún no estábamos borrachos.

Ese intercambio denso y extenso de ideas me recuerda los castillos de la ferias de pueblo. Empiezan poco a poco, con unos cuantos chorros de chispas que crean expectativa, y se van encadenando las mechas encendiendo nuevos cohetes, estallando en remolinos de colores, creando una sinfonía visual que culmina con el vuelo de la corona.

Luego viene la oscuridad del día siguiente donde recuerdas que hablaste de un montón de cosas interesantes, de las cuales queda sólo la vaga idea de que hablaste de un montón de cosas interesantes.

Y a fin de cuentas, tras temas, charlas, divagancias y conclusiones, la impresión que queda la llevo más en el corazón que en la mente, pues lo que sé es que pasé un excelente rato con los amigos.