Pequeña muerte en Halloween

Yo mismo pregunté a una amiga "¿Mi rostro con que disfraz va?" Me respondió que es una pregunta absurda, pues el chiste de disfrazarse es ser otro.
No creo que se pueda ser otro, para mi cada disfraz sólo delata una nueva faceta de cada persona, ya sea un aspecto que no suele mostrar o bien un deseo. Desde la chica que elije ser una diabla o cualquier estereotipo de fantasía sexual, hasta el tipo que pretende ser un Errol Flynn del siglo XXI.
Supongo que ésa es la pervivencia de ésta fiesta, ésa oportunidad de explayarse, como ocurría en el Carnaval de Venecia, Las Vegas del Renacimiento, donde todos se enmascaraban para liberarse.
¿Donde queda el Día de Muertos? Espero que al menos en el centro de la vida, el corazon.
A fin de cuentas, si uno se disfraza para vivir como realmente le placería, entonces cuando se despoja del disfraz vive una pequeña muerte.
PD. Imagen de Tim Buckley, de CtrlAltDel.