Aventura

Hoy me despliego, levantándome alto y fuerte. Puedo ver con claridad mi entorno y algo mas allá de lo habitual. Me planté en un punto de equilibrio, en balance sobre el fin del mundo.

Martes, día del señor de la guerra. Me soñé librando una batalla, desperté para encontrarme en mi dormitorio, el de la vieja casa que ahora es una escuela. Charlé con amigos, me sentí cobijado. Desperté de nuevo ya en éste plano, confortado.

Trazo un círculo alrededor con la voluntad, dentro estoy yo con mi pasado, presente y futuro, todo dentro mío. La gabardina ondea levemente, el sombrero reta a las nubes allá lejos.

Brisa en mi rostro, paz en la mirada, certeza en mi ser. Hoy es un día para gozar, unos pingüinos tararean la música del mundo a lo lejos; hay un gato en mi hombro.

Abro mi pecho, saco mi corazón, lo contemplo un instante y lo dejo caer por el borde del fin de mundo. Lo veo alejarse, en caída libre, sonrío y salto tras de él.