Pequeños Placeres

Hace tres semanas tenía en la mano izquierda un libro de Terry Pratchett y en la derecha otro de Orson Scott Card, enfrente de mí me retaban otros cuatro libros de Pratchett y me daba miedo seguir revisando los estantes de la librería. Quería viajar ligero, no tenía mucho dinero y mis viejos vicios reclamaban que llenara todo el espacio posible con mi droga.

Por economía de espacio y dinero me quedé sólo con los cuatro libros retadores, eran edición de bolsillo y me costaban entre todos lo mismo que los otros dos juntos. Sigo tratando de olvidar que dejé a esos dos en la librería, además de todos los que ni quise buscar.

Anoche leía el último de esos cuatro libros en mi cama, antes de dormir, es uno de mis viejos placeres. Horas antes disfruté de varias horas de gotcha con lo amigos, es otro gusto pasar una mañana disparando a la gente que aprecias -y siendo su blanco también, hay que ser parejos-. Esa mañana desayuné un rico menudo mientras veía a la gente jugando a ser deportista en la vía recreativa.

La noche anterior escuché música bebiendo tequila y dejando vagar a la imaginación, ello tras haber disfrutado de "Forrest Gump" con una cerveza en mano y luego del triunfo de México frente a Costa Rica con varias chelas más. Esa mañana el desayuno fue una torta ahogada.

Fué un fin de semana hedonista, lleno de una selección de los pequeños placeres que me gusta darme de cuando en cuando. Me faltó dibujar en un café, o compartir unas chelas con los compas, caminar por el gusto de hacerlo o explorar tiendas de discos, películas o libros. Pero tampoco se trata de hacer todo al mismo tiempo, una cosa a la vez se disfruta más.

Me gustan esos pequeños placeres... renuevan.

PD. El Mundo Disco donde transcurren las histerias de Pratchett, en la visión de Jack Kidby.
PPD. "Histerias" no es errata.