sábado, enero 21, 2006

Raton de Biblioteca - Ciudadano Kane

El 2005 fue un mal año para Hollywood, con una de las peores recaudaciones en la última década. Cierto que hubo películas taquilleras, pero fueron pocas, y el promedio de colecta de las cintas «menores» fue bajo. Se culpó a la piratería, obviamente, pero también a la creciente preferencia por los DVD y equipos de «teatro en casa», que hacen más placentera la experiencia de ver cine en el hogar.

Los catálogos de DVD han crecido y los precios han bajado, si hemos agotado las películas recientes para ver, aún nos queda un siglo de películas en catálogo. Pero no siempre sabemos cual ver y, cuando las vemos, también es difícil apreciarlas, por la evolución en la narrativa del cine. Esta columna pretende dar tips para ello, dejando de lado la crítica de cine reciente, en favor de la revisión de lo viejo.

Con el centésimo aniversario de la creación del cine se elaboraron listas con las cien mejores películas del siglo, la gran triunfadora fue «Ciudadano Kane -Citizen Kane-» de Orson Welles. En 1941 los estudios RKO pagaron una millonada al entonces genio del radio para que rodara su primera película. El joven acababa de protagonizar un escándalo al conseguir -accidentalmente- hacer creer al público americano que los marcianos les invadían, por medio de una radionovela, así que aprovechó para exigir control creativo total.

El argumento era riesgoso pues criticaba a William R. Hearst, un magnate de los medios de entonces, un tipo despiadado que no vacilaba en fabricar noticias o chantajear a poderosos. Evidentemente éste hombre intentó detener el lanzamiento del filme, pero fracasó -todo documentado en la cinta «RKO 281»-.

Welles asombró a la crítica con una narrativa en «flashbacks» que nunca antes se había visto, y tomas de su invención. El trabajo fue extraordinario y recibió nueve nominaciones al Oscar, aunque sólo ganó por guión; también obtuvo los premios de distintas asociaciones de crítica.

Sin embargo «Ciudadano Kane» tuvo un mal desempeño en taquilla y, a la fecha, a pesar de ser símbolo del cine revolucionario, sigue siendo una película difícil de ver. Es densa y cansada en momentos, a pesar de los buenos giros que tiene. No es de extrañar que en las listas de favoritos de las audiencias no figure.

Esta es una buena opción si usted padece de insomnio, puesto que o le hace disfrutar su desvelada, o lo dejará bien dormido.